Las acciones son títulos o valores que representan una fracción o porción del capital social de una compañía. Al adquirir una acción, estamos comprando un pequeño fragmento de una empresa y nos convertimos en socios de la misma.
Se pueden entender como instrumentos financieros que cumplen dos finalidades:
- Financiamiento para la empresa. Cuando una empresa emite acciones, está buscando financiamiento. Los ingresos obtenidos de la venta de acciones se utilizan para financiar proyectos, pagar deudas, expandir operaciones o realizar inversiones estratégicas. Esta financiación les permite crecer y desarrollarse.
- Oportunidad de inversión. Para los inversores, las acciones representan una oportunidad de inversión en el mercado de capitales. Comprar acciones significa tener la posibilidad de obtener ganancias a medida que el valor de las acciones aumenta o mediante dividendos que la empresa pueda distribuir a sus accionistas.
En resumen, las acciones tienen una doble función: proveer a las empresas de fondos para su crecimiento y ofrecer a los inversores la posibilidad de participar en el crecimiento de esas empresas y obtener ganancias a través de la compra y tenencia de acciones.
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